Con la venta de la Nuda Propiedad, los gastos de la vivienda serán menores para el usufructuario. Pagará solamente los gastos de la comunidad de propietarios y los consumos de la vivienda (agua, luz, gas…), mientras que el comprador de la Nuda Propiedad se hará cargo del IBI y de las derramas extraordinarias de la comunidad.